En los albores de la ciencia ficción, la computadora era un monstruo que se había devorado a las personas. De la mano de innumerables villanos se había convertido en la reina del universo. La burocracia, la ciencia, el nazismo y distintas formas de autoritarismo habían esclavizado al ser humano para borrar su individualidad.
Pero la computadora personal apareció para cambiar todo eso, y se introdujo en los hogares para que todos pudiéramos disfrutar un pedazo del futuro. Bueno, llegamos a odiarla, y nos llenó de problemas, pero sigue representando una parte importante de nuestra libertad.
La computadora personal ha sido crucial en la constitución de las libertades personales en la órbita de los derechos digitales. Y una de las razones es que es un aparato que posee un teclado, un disco al que se le pueden poner distintas cosas y un software que se puede cambiar para utilizar la computadora de distintas formas.
Y es esta gran versatilidad lo que muchas industrias odian con fuerza. La industria del entretenimiento desearía tener un aparato que vendernos para que nosotros usáramos en forma exclusiva, y que no permitiera que le carguemos cosas de proveedores no autorizados. Del botón de grabar nos tendríamos que olvidar, y del botón de adelantar también. Les encantaría poder borrar el control de volumen y el MUTE, pero no han podido ir tan lejos.
Sony detesta tanto la PC que inventó un sistema de protección que hoy se cataloga como virus y que se encargaba de bloquear en nuestras computadoras la posibilidad de copiar MP3s. Muy violento, pueden buscar notas acerca de esto poniendo en Google las palabras mágicas rootkit sony.
La industria de las comunicaciones le tiene terror al wifi, y la posibilidad de que la telefonía por internet los reemplace les revuelve el estómago. Si recuerdan, las compañías de celulares empezaron con una gran independencia de las telefónicas, y parecían una linda alternativa. Las telefónicas compraron a las móviles y adoptaron el negocio como propio, tratando de asegurarse un lugar distinto y con precios prohibitivos cuando se trata de mezclar las dos redes. El wifi estaría fuera de ser un peligro si pudieran vendernos un aparato al que no se le puede cambiar el software y que les permite cobrar de alguna manera una tarifa de tránsito.
Pero la PC es la generadora de mucha de la tecnología que se usa hoy en todas esas cosas. Y gracias a la PC las normas cambian, evolucionan y se perfeccionan a un ritmo alocado y de la mano de la comunidad. Gracias a la PC los códigos de seguridad se violan y las tontas protecciones se desbloquean, futuro inevitable de todas las cosas que se implementen en una PC.
Si alguna vez nos despojaran de nuestras amadas computadoras personales, estaríamos inundados de aparatitos que poseen diferentes aplicaciones y nuestras libertades estarían limitadas a mirar la gran pantalla de un mundo feliz.