Bueno, resulta que no te acuerdas del nombre de esa película y te decides a buscarla en el Google, como todo. El primer resultado te conduce a un sitio que parece perfecto. Haces click y te aparece un cartel que dice que tu computadora tiene un virus o algo así, que cuidado, que debes limpiarla. Le das OK. El segundo cartel es del sistema operativo que te dice: estás instalando un programa externo, cuidado, puede contener un virus!!! Claro, ahora estás convencido de que la cosa se ha puesto fea. Le das OK. Acabas de infectarte. Felicitaciones.
Esto ocurrió hace unos pocos días y Google, entre otros, tuvo que purgar sus ínidices para que estos sitios no aparecieran más. De hecho, Google tiene un botón que dice “me siento con suerte” que nos manda directamente a la primera cosa que parece lo que buscamos, y por estos días no ha sido otra cosa que una verdadera pesadilla.
¿Y cómo se infectaron estos gigantes de las búsquedas? Porque también pasó con MSNLive, Yahoo y otros. Los malvados atacantes entienden cómo funcionan los buscadores y cómo tratan de organizar la información para ubicar las cosas más relevantes primero. Y se aprovechan muy bien de la idea que tenemos todos de cooperación.
La tendencia para esta clase de ataques es que posiblemente sean más frecuentes. Posiblemente tengamos que repensar la estructura computacional de nuestros sistemas para navegar dentro de computadoras cerradas, o que tengamos un espacio virtual para encapsular la funcionalidad de asomarnos al mundo de Internet.
Hasta tanto, a los usuarios de Windows: mucho cuidado!!!!!