Demás está decir que el espíritu Geek está interesado en entender profundamente las causas detrás de los efectos, y que es poseedor de un indomable espíritu investigador.
Así, cualquier Geek que se precie de serlo investiga las incongruencias en su serie favorita. Fue un Geek el primero que advirtió que los rayos empequeñecedores debían tener un resultado diferente en las personas y en sus ropas.
Y de este espíritu, esta vez al servicio de la ciencia, surge una respuesta a esta pregunta que siempre nos puso incómodos:
Qué fue primero, el huevo o la gallina?
Esta es la madre de todas las preguntas sin respuesta. Se la suele usar para decir que realmente no se puede ubicar el principio de una cuestión o el responsable de una acción. Pero los Geeks contestamos siempre con naturalidad: el huevo. Mucho antes de que existieran las gallinas, existía el huevo. Los dinosaurios ponían huevos antes que las gallinas pisaran la tierra.
Para los que no quedan contentos, y preguntan por el huevo de la gallina, la respuesta es esta: el huevo de gallina vino de una gallina, el huevo que contiene una gallina fue puesto por una madre casi gallina, el modelo justo anterior a que se la considerara una gallina. Esto, porque consideramos mutaciones reales sólo a las que se producen en la concepción de los seres, y no en los cambios que se producen en vida. Si el padre anterior de un caballo fuera un unicornio (que no lo es), no consideraríamos caballo a un unicornio al que se le ha caído el cuerno.
Quedan otras preguntas por responder, como QUIÉN es el que está atorando el tránsito, y que muchas veces imagino como un ser demasiado cauto y temeroso de su vehículo, otras como un grupo de amigas que se están contando los chismes en el medio de la calle e invariablemente termino imaginando a un horrible mimo que detiene el tráfico en silencio, mientras bosteza. La tecnología de las cámaras finalmente me dará la razón y ese tipo irá a prisión de por vida.