Hablemos del clima

Estoy en un ascensor, son unos cuantos pisos y ya hemos cruzado esa mirada de buen día. Yo tengo un paraguas en un día de sol y se viene, imparable, la frase de circunstancia: qué tiempo loco, no?

Esta mañana parecía a punto de llover. Y que raro estos calores en esta época. La clara sensación de que finalmente el cielo caerá sobre nuestras cabezas cruza delante de nuestros ojos.

La conversación sobre el clima ya no es lo que era. Una sucesión de filmes apocalípticos nos muestra que estamos en un laberinto de escenarios de destrucción.

El clima se ha vuelto algo serio. Los que estudian en profundidad la cosa, han tenido que recurrir a la historia, a la paleontología, han tenido que hacer pozos en la Antártida y llegar a lo profundo del mar. Han tenido que aprender a leer las plantas y los fósiles, los anillos de los árboles.

Y todo esto para responder una simple pregunta. Los síntomas actuales, responden a un evento que fue provocado por los humanos directamente. La pregunta es cómo hará el planeta para recuperarse de estos cambios que hemos introducido tan violentamente? Este caballo salvaje que montamos nos tirará de la montura antes de caer en el abismo.

Nos interesa saber cuándo, también, para poder entender cómo haremos para sortear este desenlace. Ya no nos preguntamos si habrá bajas entre la raza humana sino si sobrevivirá alguno de nosotros.

La recuperación del planeta está íntimamente ligada a que lo desalojemos, aunque sea en parte. Lo que significa que un cataclismo debería borrar parte de la humanidad cada tanto, o que podríamos habitar otros planetas para descomprimir a esta gloriosa perla de la periferia de la Vía Láctea.

La Luna es un espléndido lugar para poner el conjunto de la industria pesada. Con un clima inexistente es un lugar predecible y confiable. Baja gravedad y bastantes minerales. El transporte es caro hoy, pero quizás podríamos usar unas ascensor espacial y con eso estaríamos más cerca de descongestionar un poco este bellísimo planeta.

El ascensor demora unos cuatro días en llegar al borde de la atmósfera terrestre, por lo que el clima será en el futuro un tema de conversación mucho más complejo.