Hace muchos años leí un cuento de ciencia ficción y ahora estoy pensando en él todo el tiempo. En el cuento, un niño aparentemente retrasado, un día se levanta de su autismo y sin dar ninguna explicación empieza a construir una cosa en el patio del fondo.
Utilizando basura y cosas que no tienen sentido para la gente, este niño empieza a construir un misterioso aparato y a congregar la atención de todo el vecindario que empieza a tratar de adivinar qué será lo que ese niño tan raro está construyendo.
Un día, el niño se mete dentro de ese aparato, lo enciende y la nave espacial (que eso era) asciende hasta perderse en el cielo azul.
Bueno, no creo que mi recuerdo sea fiel al cuento original, pero cada vez me siento más cerca de ese niño. Construyendo algo que no sé en qué terminará.
Sigo con los libros y recuerdo a Isaac Asimov y su serie sobre robots. Estos robots se parecían cada vez más a los humanos, y luchaban por tener los mismo derechos que sus creadores. Claro, en esa época no existía la Internet, y la visión de Asimov quedó trunca en un aspecto muy importante: si vamos a construir un cerebro positrónico, va a suceder en Internet.
Google lanzó hace un tiempito una herramienta asombrosa que se llama Sketchup para hacer dibujos en 3D con una gran facilidad. Le puso una librería que se conecta con Internet y cuando quiero buscar el modelo de una puerta por ejemplo, me conecto con las puertas que diseñaron, crearon y decidieron compartir miles de personas distintas.
Será malo ese robot? Será una mezcla de todo lo que se puede encontrar en Internet.
Mientras escribo este artículo busco en Internet, de entre los cuentos de Phillip Dick, uno de mis autores favoritos, para saber si el cuento del niño en cuestión era de él. Todavía no encuentro el nombre, pero todo el tiempo me tropiezo con Flores para Algernon, un excelente libro de Daniel Keyes, un libro excelente.
Seguiré buscando! Mientras tanto veo el anuncio de Steve Jobs mostrando su iPhone, un aparato incríble que se parece mucho al teléfono celular que siempre quise. Dice que usa OS/X, así que empezaré a buscar la forma de instalarle un Linux. Sí!
Creo que ese cuento era de Ray Bradbury, aunque no puedo estar 100% seguro… cuando tengo algo de tiempo, te lo confirmo. Mientras tanto, este dato puede servirte. ¡Saludos!