Es una frase que no se aplica a una región especial del mundo. Tanto es
así que deberíamos poner un cartel en todas las ciudades que dijera
“Esta es la periferia del mundo”
En Argentina, generalmente creemos que somos el centro de la galaxia, y
son más las veces que nos burlamos de nosotros mismos. Por eso el
concepto no se me hace difícil de entender, aunque quizás se me
complique tomarlo en serio.
Y es muy serio, porque tenemos que entender que Asia crece cómo un
tsunami, y que tiene necesidades muy distintas. Escribimos de izquierda
a derecha? Somos una pequeña fracción de la civilización. Entendemos
caractéres romanos? Somos una minoría.
Por suerte para el conjunto de la humanidad, no podremos imponer nuestra
visión al resto del mundo. En todas partes de Asia, se abren mercados
que tienen exigencias muy diversas.
Es muy posible que China supere a los Estados Unidos como potencia
económica en los próximos diez años. En lo relativo a las computadoras y
sus programas, la cantidad de personas que cada día se asoman a una
computadora crece y crece. Y están dispuestas usar el sistema que les
resulte más fácil y más barato. Y fácil quiere decir en su idioma, con
un teclado que tenga los símbolos que le son familiares. A esta altura
de las cosas, es muy difícil pensar que una empresa podrá cumplir con
esta diversidad de requerimientos. El escenario es
más propicio para un sistema operativo que se alimenta de la comunidad.
El mundo vuelve a configurarse de una manera distinta a la que
conocemos. Cuanto más rápido comprendamos este cambio, mejor podremos
aprovechar las oportunidades que nos acerca y la enorme riqueza que
provee la diversidad.