Estoy escribiendo el artículo que me gustaría leer y eso no es bueno. Me falta mucho análisis político. Pero vamos.
Situación
Lo primero: la situación de Massa desde que se lanza al ruedo presidencial es una tarea imposible: quedar segundo en una carrera de tres, cuando es el único que no tiene un cargo ejecutivo, con el presupuesto de una ciudad riquísima o de una provincia monstruosa.Y quedar segundo le alcanzaba para soñar con el sillón de Rivadavia aunque fuera un ratito. I am writting the article I would love to read and this is a bad sign. My skills as a political analist are poor. But let’s go and see how deep the rabbit hole goes.
Current Status
Massa’s struggle is an impossible task from the beginning: position himself second in a race of three, when he is the sole candidate that has no executive chair, with the gargantuan budget it comes with it. In Argentina this criminal practice is tolerated without further ado. And by reaching a second place he could dream with the presidential seat, even when he has a little chance. Si el escenario económico hubiera sido más difícil, o si Cristina Kirchner hubiera jugado más decidida para Macri, Sergio Massa tendría hoy una chance más clara. Este escenario de tibieza es el que más beneficia a Scioli, que cada tanto estimula las pesadillas judiciales de Cristina para que no se le ocurra jugar para Mauricio Macri. La denuncia de Nisman empezó a jugar en contra de Massa porque obligaba a polarizar, y eso aumentó la ventaja que tenía Macri sobre él. El asesinato de Nisman terminó de sepultar a los terceros, porque también obligó a Cristina a dejar de beneficiar al que pudiera ponerla presa. Me corre un escalofrío cuando pienso que los grandes beneficiados con la denuncia y muerte de Nisman hayan sido Scioli y Milani.
El Juego
La única carta que tiene Sergio Massa desde el comienzo de esta partida es la de una alianza con la oposición Macri. El gran tema es cómo jugar esa carta y cuando. Scioli ya no juega a desgastar a Massa porque si tiene éxito demasiado pronto terminará empujando una polarización que lo perjudica. Mientras exista una división en la oposición Daniel Osvaldo Scioli puede soñar con un triunfo en primera vuelta. Massa dice que puede jugar de igual a igual pero la realidad es que sólo puede apuntar a sostener la presidencial de Macri desde la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Esa es la carrera real desde el principio.
Pero entonces aparecieron los problemas de financiación, y Francisco de Narváez se ofreció para ayudarlo en la provincia de Buenos Aires. El “Colorado” medía bien, tenía medios para financiarse solo y apareció como una opción ineludible. Y al mismo tiempo que le cerraba la opción de plegarse en la provincia, le daba la opción a de Narváez a aliarse con Macri y robarle todo el electorado de la provincia de Buenos Aires. Vi una noticia por ahí en la que Francisco de Narváez estaría conversando con Emilio Monzó, el armador de “Mauricio”.
Estamos en la encrucijada final, cuando muchos tiempos ya han pasado. El 10 de junio vence el término para presentar alianzas por partido -diez días antes del vencimiento de las listas definitivas-, y el tiempo político está dejando lugar al tiempo de los manotazos de ahogado.
Todo es inminente.
Hay otro tiempo que deben manejar Massa y Macri: cuánto más tarden en mostrar su alianza, más avanzará Cristina Kirchner sobre el territorio de Scioli, debilitándolo.
Hay un rudimento de este juego que me causa gracia por lo dantesco: ninguno de los candidatos principales ha definido a su vice todavía. De Scioli se espera saber si su vice será de La Cámpora o no, con todo lo que eso significa. De Macri se espera saber cómo integrará al peronismo -o al radicalismo- en su alianza.
Y de Massa… bueno, de Massa alcanza con saber si seguirá en carrera.Sergio Massa’s political future would have been better with an economic crisis -and we are always on the verge of having one-, or if Cristina Kirchner would have played more decidedly in favor of Mauricio Macri, the other opposing candidate. In Argentina, the peronist caudillo usually tackles it’s comrades possibilities if that means staying as the opposing leader, instead of being second to a subaltern.
Daniel Scioli benefits greatly of this mild economic scene, and he reportedly supports the judiciary nightmares of Cristina in order to prevent her from betray him with Mauricio Macri. As Sergio Massa is a hated traitor of Cristina’s movement she will never endorse him at all.
Nisman’s accusation early this year played a key role in Massa’s dismay: the accusation against Cristina Kirchner polarized the political table and thirds were out. Nisman’s murder sealed Massa’s fate and Cristina had no chance to flirt with Mauricio Macri as her judiciary future was a real danger.
It gives me the shivers when I think that Scioli and Milani are the main beneficiaries of Nisman’s assassination.
The game
The only card Sergio Massa has ever had in this game is an alliance with the opposition Macri. Key is how and when to play it. To soon and he will be weak, to late and he will be useless, a parody of a powerful man.
Scioli is not trying to erode Massa as he was in the past: if he succeeds to early the opposing votes will go towards Macri. The only way Daniel Scioli can dream of being president of a country that wants a change is if that majority plays divided.
Sergio Massa wants to play equal with his opponents, but the reality is that he’s only chance is to support Macri’s presidential race by running as governor candidate for the of Buenos Aires province. Sergio Massa remains strong in this huge territory which contributes 35% of Argentines votes.
Instead, Francisco de Narváez convinced Sergio Massa to be his governor candidate in Buenos Aires province. He was irresistible as he could finance his own candidacy, and that was a major issue for Sergio Massa. This deal shuts the possibility to remain safe at Buenos Aires and opens the door of a new betrayal: Francisco de Narváez , alias “El Colorado” the red haired, at this moment, is known to be in talks with Emilio Monzó, member of Mauricio Macri’s PRO to run a combined formula in next election. If he succeeds, he will own all of Sergio Massa structure and Sergio Massa will be just an empty tag.
We are at the final stage of this process, when many opportunities are gone.
The next June 10th expires the prescribed time to subscribe alliances on August elections. Ten days later is the final expiration on every candidacies subscription.
Everything is imminent.
There is another “tempo” that Massa and Macri must handle: The longer they show their alliance, Cristina Kirchner will incorporate more candidacies on Daniel Scioli lists, and this weakens him.
There is a rudiment of this gruesome game that amuses me: none of the leading candidates has defined its veep yet. Scioli might present a veep from La Campora -an organization that responds directly to Cristina Kirchner-, with all that that means.
Mauricio Macri might show a veep candidate from his peronist allies, or from the Radical Party. The Radicals is a centenary party in Argentina, centrists and far away from being radical in any aspect at all. Beauties of Argentina’s policies.
And from Massa… well, we can only hope for Sergio Massa survival.
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