Hace unos días, Eric Traut, un ingeniero de Microsoft mostró una nueva versión de Windows que puede hacer algo increíble: ocupa apenas 40 megabytes de memoria, sólo muestra una pantalla de texto y su sistema operativo está compuesto por unos cien archivos. Parece una vuelta en el tiempo, pero de hecho es un salto significativo hacia adelante.
Microsoft está separando el kernel, o el módulo central, del resto del sistema operativo. Es el camino que ya elijió Steve Jobs en Apple, y es el camino natural que viene siguiendo Linux desde el comienzo.
Microsoft piensa introducir este módulo en el centro de todos los productos que haga. Una de las razones por las que pierde terreno en las plataformas móviles es justamente lo enorme y obeso que es hasta ahora su sistema, que demanda una gran cantidad de recursos. Con este paciente logro que lleva unos cuatro años -sí, comenzó cuando estaban desarrollando Vista Windows, pero no pudieron llegar a tiempo- Microsoft se colocará en una posición más pareja frente a sus competidores que aprovechan al máximo la posibilidad de hacer evolucionar por separado tanto los aspectos visuales como los aspectos de bajo nivel.
Microsoft suele reconocer sus errores, claro, cuando quiere vendernos una nueva versión que los corrije. Me parecería bastante posible que alguien hiciera finalmente un emulador y pudiera inyectarle un Linux para el bajo nivel y así preservar el Windows y sus aspectos gráficos para el más alto nivel. Desde hace un tiempo los usuarios más avanzados están sugiriendo esto y quizás llegue tarde, para el ocaso de Windows.
Creo que tienes algo de razón y ahi opino que: “Linux hace muy buenas cosas y esta inovando, Windows no esta inovando y empieza a seguir el camino de linux, entonces windows hara buenas cosas si sigue ese camino”. Solo quiza haga buenas cosas puesto que sigue siendo un corporativo que solo busca el lucro. Bueno, me agrado tu noticia y estare visitando estos alejados rincones de la web para ver de que mas te enteras. Bye!
Leo tu comentario unos meses después y cada día que pasa, Microsoft parece más arrinconado. Vista siguió de largo a pesar de no ser un sistema tan malo como el WinMe, y ahora el mundo espera el Win7 para darle una oportunidad.