Lo primero que tengo que aclarar, es que yo uso Android. Y nunca me compré un iPhone. En el 2007, cuando Steve Jobs sostuvo el iPhone recién creado yo pensé que todos los teléfonos serían así, como el que estaba mostrando. Como si estuviéramos conectados por algún hilo mágico, Steve le dijo a la multitud, segundos después, “Así serán todos los teléfonos”. Y tuvo razón. Yo estaba radiante de alegría, porque estaba frustrado por los aparatos de teléfono diseñados por la industria telefónica, que es miope y mezquina. Pero no me lo compré. Y me resistí a la tentación porque sabía que no quería caer en las garras del modelo de Apple.
El iPhone salió después de que Google anunciara que haría el sistema operativo de un teléfono, el Android, y que sería de código abierto, así que me imaginé que el teléfono de Google sería mejor para mi. También supe que Apple levantaría el límite en materia de diseño, y eso me puso más contento.
No aposté a que mi gusto personal marcaría el nuevo estándar, no estoy acostumbrado a eso. Yo estaba pensando en una herramienta para mi uso privado. Ni siquiera uso la versión de Android que distribuye Google, sino una versión que se llama Cyanogen creada por la comunidad que es mucho más abierta, y que está basada en el código abierto que distribuye Google. He recomendado en muchos casos el iPhone y creo que es una herramienta excepcional para mucha gente.
Déjenme contarles cuál es mi lista de ventajas que tiene Google sobre Apple:
La nube
Steve Jobs popularizó el término La Nube para sus usuarios cuando incorporó la sincronización sin cables a sus teléfonos y demás dispositivos móviles.Pero como gran mago, omitió decirle a sus fans que los usuarios de Google ya tenían esta maravillosa posibilidad, desde los primeros pasos de Android.
Infraestructura
La nube es un esfuerzo muy grande, representa la creación y el mantenimiento de una infraestructura global de servidores, conexiones y espacio para guardar los datos de millones de usuarios. Y son muchos datos. Apple no había tenido hasta ese entonces ninguna vocación universalista. No había pensado ser popular ni de consumo masivo, pero los muchos millones de dólares que están en juego fueron disuasorios y los metieron de lleno en el juego.
Su carácter universal
Además de ser un esfuerzo de infraestructura, la nube es un esfuerzo integrador. Debe estar disponible en la mayor cantidad de lenguajes que se hablan en el mundo, y no se trata de traducir, se trata de mantener un diálogo. De nuevo, Google está mucho más preparada para conversar con una comunidad que Apple. No desde el punto de vista humano, no se trata de ser más amigable. Como ejemplo, Google ha conseguido automatizar traducciones entre distintos idiomas analizando millones de documentos. Son nuestros datos, y nosotros los hemos publicado, y Google ha comprendido antes que nadie en la historia de la humanidad la matemática de masas. Estoy hablando de números en los que cada millón de cosas representa una pequeña fracción de lo que se analiza. Son números enormes que no son sintetizados como objetos más comprensibles sino que son analizados uno a uno por procesos que nunca se cansan ni se equivocan. Y en Google hay muchos mineros que se encargan de exprimir sus cerebros para crear nuevas herramientas que puedan extraer nuevos datos.
Seamos sociales
Aunque la red social de Google no parece levantar vuelo, Apple tendría que comprar a Facebook, y no simplemente asociarse, si quiere adquirir una fortaleza social que supere a Google.
La mayoría de los usuarios de Apple prefiere el correo de Google. De hecho, la asociación entre GMail y Apple es tan fuerte que no son pocos los usuarios de Apple que creen que GMail es el mail de Apple. Son remanentes del acuerdo que tenía Apple cuando en su primer iPhone el correo electrónico que usaban era el de Google. El enemigo en ese entonces era Microsoft, y Apple no tenía ninguna capacidad para prestar ese servicio.
Apple con su iPhone nos iluminó con el diseño desde el primer día, Google con su Android entendió desde el inicio que el nuevo teléfono sería ante todo una herramienta social.
Una cámara de fotos es una cosa que se ha quedado a mitad de camino si no tiene el botón de compartir. Cuando empecé a usar una computadora, el primer botón que extrañaba en una máquinas de escribir era el de borrar. Escribir tiene en su interior el concepto de borrar, y cuando las primeras máquinas de escribir lo incorporaron ya era tarde: el otro aparato había entendido mejor el proceso y ya estaba ofreciendo la opción de reorganizar un párrafo entero. Para cuando la máquina de escribir quiso ponerse a la par su existencia ya no tenía ningún sentido.
Si la red social de Google algún día se levantara para hacerle sombra a Facebook lo hará de la mano de los nuevos dispositivos. Hoy Google está incluso poniendo en jaque a Skype gracias a sus Hangaouts, que son conversaciones a través de Internet con voz y video, con la opción de que puede hacerse entre varios amigos y que puede además, publicarse en vivo. La última versión incluso detecta quién está hablando y lo pone en un tamaño preferencial, como si fuera un cameraman profesional.
Google hoy en día tiene más usuarios, más aparatos vendidos, vende más aparatos nuevos por día y uno sólo de los muchos fabricantes que hacen aparatos con Android, Samsung, vende más teléfonos que Apple. No es una predicción que me resulte tan difícil de hacer, pero demoré mucho este artículo porque siento que no me equivoqué al hacer de Google una opción personal, y sé que estoy influenciado por ese triunfo que inclina mi balanza de una manera desleal.
También está el factor Steve Jobs. Me da mucha pena, sobre todo porque Steve era un gran capitán, tenía la capacidad de cambiar el rumbo sin que se sintiera como una traición. Tenía la capacidad de repensar las cosas. No era un gran innovador, pero tenía la inmensa capacidad de entender qué es lo que le gustaría a la gente. Para que se entienda bien, no era el tipo que viene siempre con una idea genial, era el selector que tomaba audiencia, el gran entendedor del talento de los demás. Y vamos a extrañarlo mucho.
Una cosa que me hace mucha gracia es que los usuarios de Apple extrañan la multitarea en sus teléfonos. Steve demoró mucho ese aspecto porque entendió dos cosas fundamentales: al público común no se le puede pedir que administre la multitarea con efectividad, y su sistema no está preparado para hacerlo de tal manera que no impacte en la duración de la batería. Sin multitarea sus teléfonos tenían más vida útil y rendían toda la jornada. De nada sirve un teléfono si no tiene batería.Esa clase de límites eran los que había aprendido Steve a ponerle a la industria, a los geeks que nos desbocamos en pos de maximizar la experiencia.
Pera ahora le toca a Tim Cook, el reemplazante, ofrecer una experiencia multitarea completa y no se anima. Ni siquiera en la última versión, que todavía no se distribuye, el tema de la multitarea está resuelto. Y los usuarios de Android, hace tiempo que la disfrutan a pleno.