Les escribo desde una fuerte diferencia horaria. Si no modifico el ritmo de publicación van a ver esta nota unos dos meses después de que la haya escrito. Y es que en mi afán de no dejarlos sin algo para leer, voy acumulando notas en una especie de casilla de correo, y las notas van saliendo de a una en fondo, dos veces por semana. Con esta nota, suman diez las notas que aguardan la publicación.
Uno de los efectos interesantes es que cuando veo una de las notas que escribí, muchas veces me sorprendo a mi mismo con cosas que no recuerdo haber escrito. Otra de las sensaciones raras resulta de escribir en un día en el que estoy muy alegre y leerme en un día en el que estoy deprimido o malhumorado. La perspectiva es tan distinta! Y me pregunto: tanta fe tengo en el mundo, yo? Si el efecto es inverso, me asusto un poco, porque no me gusta ponerme negativo con ustedes… la cosa es que en general me encuentro a mismo como el otro, reconociéndome en aspectos que me resultan irreconocibles.
Es muy posible que para cuando se publique esta nota ya sea padre por segunda vez: Jessica, mi mujer está embarazada de unos ocho meses y medio. Sabemos que es un varón y se va a llamar Félix. Lo único que espero es que podamos atender a los dos cachorritos que van a requerir mucha atención.
Ya les estoy armando una computadora para ellos, para que puedan ver sus películas y divertirse. Uno de los temas que voy a ver cómo soluciono es el tema del teclado. Hoy pude ver un teclado de una compañía rusa que me parece que es exactamente lo que quise toda mi vida, sigan el link. El tecladito de tres teclas es buenísimo para que vean sus películas y las elijan de entre una serie. Calculo que lo que voy a hacer es poner un teclado de plástico con unas figuritas pegadas, pero francamente no sé cómo voy a resolver este dilema. Cuando tenga la computadora de los infantes les cuento cómo la hice, pero desde ya les anticipo que no hay nada mejor que el Linux para armar algo tan custom como esto.