Algunos expertos en economía han podido predecir la crisis en la que estamos envueltos. Mentes preclaras que entienden al mundo real y que no se han dejado encandilar por las ganancias infinitas. Por otro lado, muchos periodistas que desean titulares apetitosos, han comenzado a predecir el fin del capitalismo. No es un análisis profundo ni adecuado, pero por las razones equivocadas -como pasa muchas veces- tienen razón.
Las mini pc’s
Nicholas Negroponte empezó una revolución más allá de sus objetivos altruistas: él quería computadoras de menos de cien dólares para los niños de los países pobres. Qué buena idea. El primer prototipo que mostró era una notebook que tenía una palanca para darle cuerda cuando no hubiera energía. Esa era una idea genial. De hecho, todos empezamos a querer una. Y vale menos de cien dólares? Bueno, por el momento vale casi el doble, se excusa el Sr. Negroponte. Pero de hecho, tampoco es tanto. Hoy en Estados Unidos uno puede pagar 400 dólares para tener una y donar otra. Y sigue siendo un costo muy inferior al que pagamos por una notebook.
La red envenenada
Bueno, resulta que no te acuerdas del nombre de esa película y te decides a buscarla en el Google, como todo. El primer resultado te conduce a un sitio que parece perfecto. Haces click y te aparece un cartel que dice que tu computadora tiene un virus o algo así, que cuidado, que debes limpiarla. Le das OK. El segundo cartel es del sistema operativo que te dice: estás instalando un programa externo, cuidado, puede contener un virus!!! Claro, ahora estás convencido de que la cosa se ha puesto fea. Le das OK. Acabas de infectarte. Felicitaciones.
Esto ocurrió hace unos pocos días y Google, entre otros, tuvo que purgar sus ínidices para que estos sitios no aparecieran más. De hecho, Google tiene un botón que dice “me siento con suerte” que nos manda directamente a la primera cosa que parece lo que buscamos, y por estos días no ha sido otra cosa que una verdadera pesadilla.
¿Y cómo se infectaron estos gigantes de las búsquedas? Porque también pasó con MSNLive, Yahoo y otros. Los malvados atacantes entienden cómo funcionan los buscadores y cómo tratan de organizar la información para ubicar las cosas más relevantes primero. Y se aprovechan muy bien de la idea que tenemos todos de cooperación.
La tendencia para esta clase de ataques es que posiblemente sean más frecuentes. Posiblemente tengamos que repensar la estructura computacional de nuestros sistemas para navegar dentro de computadoras cerradas, o que tengamos un espacio virtual para encapsular la funcionalidad de asomarnos al mundo de Internet.
Hasta tanto, a los usuarios de Windows: mucho cuidado!!!!!
Virus eran los de antes…
Antiguamente era muy fácil saber que uno tenía un virus en la computadora: se ponía muy lenta, accedía al disco cuando no lo esperábamos, -los discos eran más ruidosos y las computadoras estaban más concentradas sólo en nosotros- en resumen, los síntomas no se hacían esperar.
De hecho, los virus eran mucho más mortales, y tendían a destruirlo todo. El mecanismo de contagio era muy parecido: un diskette con jueguitos. Uno se contagiaba como lo hacía un marinero desprevenido, por un berretín. La culpa flotaba junto con la miseria y la enfermedad.
Los virus han cambiado mucho porque no prosperarían en la red si tuvieran ese comportamiento. Estan equivocados los mails que circulan con noticias apocalípticas de virus que no tienen cura y que destruyen todo a su paso. Un virus tan letal y violento no puede propagarse porque destruyó el agente de contagio.
Y por eso los virus han empezado a convivir mejor con nuestras computadoras., porque el móvil del virus ahora es convertirla en una multiplicadora de SPAM. Y ciertamente, ahora los productores de virus tienen una recompensa monetaria que los alienta.
El virus siempre tuvo un comportamiento irreverente, la invasión, el consumo de los recursos agenos y el desprecio por los usuarios incautos. Pero no es una exclusividad de los virus informáticos, y como desarrollador de software muchas veces tuve que reconsiderar el comportamiento de los programas que salieron de mi mente para no traicionar la confianza que habían depositado en mi.
Si yo tuviera la computadora más rápida del mundo
Es increíble, pero la seguridad del mundo depende de la lentitud de nuestras computadoras actuales.
Los sistemas de encriptación que protegen las comunicaciones están basados en una cofre que se entrega con una operación matemática que es muy compleja. Con la llave adecuada se puede desencriptar (o abrir) el baúl que contiene la información que nos entregan. Pero… ¿Por qué esa llave es pública? Porque existe otra llave secreta y muy bien guardada que sirve para construir este cofre tal y como lo recibimos.
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Odiada PC
En los albores de la ciencia ficción, la computadora era un monstruo que se había devorado a las personas. De la mano de innumerables villanos se había convertido en la reina del universo. La burocracia, la ciencia, el nazismo y distintas formas de autoritarismo habían esclavizado al ser humano para borrar su individualidad.
Niño, deja de joder con la pelota
A esta altura de las cosas, lo mejor que se podría hacer es empezar a
entender que la computadora personal es un órgano más del cuerpo.
Sangre, sudor y lágrimas
A lo largo del tiempo, fuí aprendiendo a hacer las cosas que quiero hacer, y dolorosamente, las cosas que no. Dentro de esa lista de lugares que se deben esquivar, está la línea que dice:
No personalices demasiado a tu computadora, porque las computadoras van y vienen… o mejor dicho, siempre se van.
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Como marean estas computadoras!
Qué me compro? Una computadora de 32 o de 64 bits? Dual o
simple? Últimamente el panorama se complica porque los
distintos sabores de computadoras traen diferenciaciones
técnicas muy notables.
Se cortó la luz…
Fallo de energía, se fue la electricidad. Como quieran decirlo. La cosa es que estoy tratando de reescribir un mail y tengo tanto mal humor que no puedo engancharme con el tema… no sé por qué no busqué nunca un autosave para el Thunderbird, pero debería haberlo puesto hace mucho.
Es muy común que me quede con un mail durante mucho tiempo, pensando y cambiando cosas para que la historia no se caiga, o que la idea general atraviese todo lo que tengo que decir.
Agrego el corte de luz a mi pequeña listita:
- que me conviden un caramelo mentolado cuando estoy tomando café.
- que me tiemble la mano cuando estoy poniéndole una cucharada de algo a algo. Todo viene bien hasta ese momento anterior, justo al final.
- que se corte la luz
- olvidarme las cosas antes de salir
- que se corte la luz
- las conversaciones inconducentes fabricadas para provocar
- ah! y los cortes de luz sin ups y con un largo mail sin grabar!!!!