El amor, en este tiempo que se ha dado en llamar futuro, es además, un combustible. Basado no en la acción de los átomos sino en la cosa que mantiene todas las cosas unidas, se puede dirigir a veces como un haz de partículas o también como un detonador esférico que produce las horrendamente temidas esferas de fuego. En algún momento se pensó que las estrellas se crearon de pequeñas efusiones de amor, pero todavía no se puede determinar por quién.
El amor ahora es una palabra temida. Cómo sucede con todos los proveedores de energía, impulsa los deseos y los sueños de las personas que los esgrimen. No es difícil sentirse Dios al jugar con el increíble poder del amor. Imaginen lo que significa saber que una pequeña especie de un planeta periférico puede crear una galaxia. Asombroso.
En los albores de la investigación infra-atómica-quántica -prometí no poner nombres científicos porque sé que en mi ignorancia estas referencias están mal- se le llamaba simplemente “La Fuerza”. Uno de los científicos más sensibles y brillantes que hayan existido jamás, empezó a entender cómo las características de esta Fuerza se ajustaban cada vez más a las que todos conocemos acerca del amor. Conocido por su misticismo, despertó muchas sonrisas entre los miembros de la comunidad científica, pero antes de que se pudiera discutir un nombre mejor la noticia lo había traducido a todos los idiomas que existieron. En todos estaba presente esta palabra con un sentido idéntico.
El amor es en manos de la humanidad, la posibilidad más clara de destruir no sólamente nuestro planeta sino todo el universo que ondula en esta frecuencia dimensional. También implica como nunca, un conocimiento íntimo de las cosas. Podemos decir que mientras sobrevivamos, el futuro es el lugar donde se encuentran más interrogantes.
Les cuento sobre este hallazgo en mi primera carta porque impulsó en mí la idea de escribirles. Dentro de las historias pasadas, en forma de libro, de canción o alguna noticia que haya leído, encuentro un conocimiento profundo sobre esta energía que parece estar escrito en el interior de cada ser humano. Espero llegar a ustedes a través de este canal universal.