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Me acabo de enterar por Larry Page y por Martin Linares que Google compró la división móviles de Motorola. Google quiere tener un portafolio de patentes para poder defenderse, y por eso pagó la friolera de 12500 millones de dólares.
Pero Motorola no es sólamente una linda colección de patentes y honestamente espero que comprar esta compañía sirva para hacer buenos teléfonos y no pelearse con sus socios en Android, que ahora son sus competidores en el mercado de aparatos celulares. Es esto así o estoy entendiendo todo mal.
Voy a ir corrigiendo en la nota en el blog a medida que vaya entendiendo lo que pasa, así que vuelvan a entrar para ver si pifio en mi primer análisis o no.
ACTUALIZACIÓN
Google se reunió con sus socios en Android antes de hacer la compra y les consultó acerca de esta idea. El compromiso de Google es el de mantener Android como plataforma abierta y Open Source y tener a Motorola como negocio separado. Muy posiblemente esto signifique que no exista una marca Google Motorola, para no irritar a sus socios, y le da una relevancia mucho más importante al Open Source que permite mantener reglas claras a pesar de que esta clase de compras.
Sería muy interesante ver que clase de política tiene Motorola sobre algunos de los controladores que incluye en su hardware y que hasta el momento no tienen publicado su código.
ACTUALIZACION II
Aparentemente, la división de Motorola en Sistemas Móviles y Conectividad y Negocios se hizo para facilitarle a Google la compra de la división de móviles. También parece ser parte de un plan que han organizado en conjunto los productores de harware que ven a Apple como un contendiente a derrivar. De alguna manera se explica el odio porque Apple aterriza en el negocio de hacer teléfonos y en muy poco tiempo se transforma en el principal vendedor, y se alía con proveedore de software –con los que se siente más a gusto para negociar– para trabar a vendedores de hardware en temas de patentes. Toda una afrenta.
La idea fue desde el principio involucrar a Google en la compra de uno de los vendedores más significativos para que la defensa legal estuviera a cargo de una de las billeteras más abultadas de la industria en estas batallas en las que ganar el juicio en última instancia no es lo más importante sino desgastar económicamente al contrincante, y hacerle perder el momentum retrasando las fechas de lanzamiento. Digamos, las patentes se usan para embarrar la cancha, algo totalmente opuesto al espíritu original de la ley.
No sé por qué me imagino una escena en la que todos los socios de Google le gritan Cómprame! Cómprame!