El iPad no es toda una novedad

Las tablets están por aquí desde hace 11 años! Microsoft las viene promoviendo desde el año 2000, más o menos cuando asume Steve Ballmer en Microsoft, pero nadie las conoce demasiado. Posiblemente porque las tabletas que vienen con Windows son grandotas, pesadas y caras. Claro, son mucho más potentes que las que inventó Steve Jobs, pero posiblemente las incomodidades son mayores que los beneficios. Ah! Y además de pesadas, son ruidosas y se calientan bastante, así que tampoco es una buena idea tenerlas muy cerca.

Microsoft piensa que una de las desventajas que tiene el iPad y que Microsoft podría aprovechar es que el iPad no es bueno para generar contenido. “it has no input” repiten Steve Ballmer y Bill Gates.

A esta altura me encantaría que Microsoft se decidiera a retomar el liderazgo en algún tema, pero Steve Ballmer sigue sin entender las razones de su fracaso, sigue diciendo: “no entiendo”, como cuando le hablaron del iPhone.

Un agregado: les dejo un video de una charla que tuvieron Stebe Jobs y Bill Gates en el año 2007 en la que Bill habla de las tabletas y cómo le gustaría tener algo de otro tamaño. Menciona que debería tener un teclado, y ser una PC. Cuando le preguntan a Stebe Jobs, el habla de que tendría que ser un aparato como el iPod, algo más enfocado. El les llama dispositivos post-pc. El iPhone había salido hacía muy poquito, y el iPad ya era un proyecto serio, y esa diferencia de visión es importantísima.

Más actualizaciónes:

Me gusta el courier, ese proyecto de Microsoft que quedó en la nada. Hacen un uso muy extendido de un lápiz, pero tiene dos pantallas y tiene realmente muchas cosas interesantísimas. Una pena que tiraran todo el proyecto a la basura.

Y como final, tengo que aclarar que cuando salió el iPad no me gustó. Me parecía un iPod agrandado, sin una verdadera innovación. Me hubiera gustado algo más como el Courier, pero el iPad realmente llevó el tamaño tableta a todo al gran público.

Bob Fosse

Estoy muy sorprendido. Todo empezó con un artículo en el diario acerca de un pesonaje gay de la serie Glee. Tenía un video en el que mostraba a Kurt en un cover de Single Ladies, de Beyonce Knowles. Busqué en Youtube el video original. Leí también en Wikipedia la estupenda reseña que tiene sobre Single Ladies y empecé a entender que ese video en su momento había pegado muy fuerte por su simplicidad y por la fuerza del baile.

Pero la cosa no termina por ahí: resulta que el verdadero genio es Bob Fosse que en 1968 deslumbró con “Desayuno Mexicano” haciendo una coreografía que se nota que es la idea disparadora y original –aunque menos atrevida porque era para TV–  y me dediqué a buscar más cosas de él.

Me encontré con este video de la misma época, que está lleno de cosas muy geniales y que me trajeron muchos recuerdos.

Pero claro, también entendí algo que se mezcla con mis recuerdos de esa época: una legión de malos imitadores de Fosse que hicieron que odiara esos bailes exuberantes y desorbitados, largos y teatrales que se incluyeron espantósamente en una larga serie de películas que prefiero olvidar.

Lo que más me sorprende es lo lejos que estoy de entender la genialidad de Fosse, a quién puedo percibir a través de las personas que me ofrecen hoy una visión más moderna de sus golpes escenciales.

El video de Glee, con Kurt, un maestro

El náufrago

Alguien me preguntó hace poco cómo hacía para sobrevivir en este mundo que se la pasa interrumpiéndonos con todo y me quedé pensando un rato: anoto todo lo que voy a hacer.

Tengo en la compu un par de aplicaciones de notas (uso un anotador distinto cuando estoy programando) en el que pongo cada pensamiento que se me cruza. Cuando cualquier cosa me interrumpe –y realmente cada día aparece una nueva tecnología que nos interrumpe mejor– puedo volver a lo que estaba haciendo porque acabo de anotarlo.

El desgaste mayor que hace mi cerebro hoy es pensar en qué estaba. A lo largo del día, y cuando se hace más tarde, esa pregunta me cuesta más tiempo de desazón y me provoca más fastidio.

Y no anoto cuando aparece la interrupción, eso no alcanza. Anoto compulsivamente, todo lo que voy pensando, cada encrucijada que se me aparece. De hecho, este artículo es ese mismo ejercicio. Tengo cierta tranquilidad porque sé que cuando vuelva a lo que estaba haciendo voy a seguir desde donde dejé.

Por ahora es una solución, hasta que le dibuje una cara a una pelota y empiece a decirle Wilson.

Tiempos

Hace mucho tiempo que espero a las tabletas como el iPad. En mi serie favorita, Star Trek, las usaban hace más de quince años. Microsoft intentó venderlas desde el año 2000. Y el problema es que las tabletas que se vendían antes eran pesadas, caras, grandes, o incómodas. Hasta ruidosas.

Steve Jobs while introducing the iPad in San F...
Image via Wikipedia

Hace muchos años que de la empresa que está en Cupertino vuelan rumores de que tendrían un competidor para el Tablet PC, la versión de Microsoft que si muchos de ustedes ni conocen es porque la idea parecía tener la pólvora mojada.

Pero la tableta de Apple demoró muchos años, y ahora –recién ahora– entiendo por qué: para tener éxito en este negocio, además, hay que saber manejar los tiempos.

A los que aparecieron con prototipos pesados o disparatados Steve Jobs les dijo simplemente que no vendería esos armatostes con el logo de Apple. Tuvo una horrenda experiencia con el Newton, probablemente la primera computadora de bolsillo, que era cara y no cubría las necesidades mínimas.

El tiempo es también una cuestión de diseño, y si no se tiene un producto a la altura de lo que se desea ofrecer, simplemente ese producto no se puede vender. Hay que esperar. La palabra “esperar” da pánico a las empresas de tecnología que consideran que deben salir con cualquier producto para ocupar un espacio, como si los consumidores de hoy valoraran en algo eso, pero lo mejor que pudo hacer Steve fue esperar a que los componentes que harían una tableta liviana, cómoda, ágil y linda de ver estuvieran listos.

No estoy de acuerdo con muchas de las políticas de Apple acerca de la cerrazón de su Market y no me gusta que se limite la libertad de los usuarios, pero me produce un enorme placer ver a los mortales con esas tabletas. Es un placer Borg que me susurra: “La resistencia es inútil, serás asimilado”

Microsoft se equivocó con Angry Birds

Microsoft presentó su nuevo teléfono Windows Phone 7, y todavía estoy tratando de digerir si me parece suficiente para que Microsoft siga siendo relevante en el mundo del software. Como resumen, no me pareció malo, pero tengo mis serias dudas. Claro que no me esperaba que uno de los programas que aparecen en la presentación del teléfono fuera una falsificación.

Angry Birds
Image by sheehanpaul via Flickr

El ícono de Angry Birds aparece en el teléfono y todos pensamos que por lo menos la empresa Rovio estaba portando su popularísimo juego a la nueva plataforma. La sorpresa desagradable se la llevó la misma empresa que no sabía nada del tema. En Twitter aclararon en menos de 140 caracteres que no tenían ningún plan para esta nueva plataforma y que no sabían cómo había llegado el ícono a la presentación de la casa de software más grande del planeta.

Un papelón que pinta muy mal a la casa liderada por Steve Ballmer, que nunca había quedado tan en off-side en toda su historia. Todavía me pregunto con más dudas que antes, cómo va a hacer para que su empresa siga siendo relevante en el mundo del software.

Publicidad

Una de las razones por las que Google se decidió a crear su propio navegador fue una extensión de Firefox que se llama AdBlock. Nos permite bloquear las publicidades de una página web. La uso bastante y ha transformado la forma en la que navego por Internet. Aunque siempre me pregunto si al suprimir las publicidades no estoy torpedeando el modelo de negocios que permite hacer que todo ese contenido se genere de alguna manera.

Google Chrome, el navegador de Google también tiene una extensión para bloquear las publicidades, pero tiene dos diferencias muy importantes en las que Google puso un énfasis especial: una es que las publicidades se cargan, pero no se muestran y la otra es que no se pueden incluir con facilidad filtros efectivos para hacer desaparecer la mayoría de los avisos publicitarios.

En GoogleChrome es más como un trabajo manual que uno emprenderá solamente con los sitios más visitados y en las publicidades más molestas, por lo que uno termina digiriendo una buena cantidad de publicidades.

Los espacios publicitarios tienen que regularse con sumo cuidado en una página. Son elementos que cansan a los lectores, los distraen y consumen recursos: las páginas se cargan más lento, en los teléfonos móviles sin tarifa plana se les cobra cada byte que pasa y en muchos lugares donde el acceso a Internet es de baja calidad la diferencia al incluir un bloqueador de publicidad es formidable.

Para las personas con problemas visuales, los rectángulos parpadeantes desgastan su capacidad de atención y el tiempo de permanencia frente a la computadora se acorta. Ni hablar de las que incluyen sonido, o las que tapan toda la pantalla con una animación en Flash: son muy disruptivas y nos dan ganas de abandonar el sitio en cuestión apenas terminamos de leer ese artículo.

Navegar por los principales diarios sin un filtro es atormentador, pero no creo que sea lógico buscar leyes para regular la forma en la que se hace publicidad porque existen herramientas que hasta el más simple usuario terminará usando para poner un freno.

Les dejo un video

Esos raros teléfonos nuevos

Es claro que el resurgimiento de las tabletas como el iPad está relacionado con el tamaño de los teléfonos inteligentes. Si hay algo que es matador en estos aparatos es que lo invitan a uno a leer un montón de información y uno queda con los ojos como dos huevos fritos.

Clarísimo está que estos aparatos también tienen un tema con el sol: es casi imposible atender una llamada cuando uno está disfrutando de un brillante día soleado porque ningún aparatito puede competir en luminosidad con nuestro astro rey. Pero parece que tampoco son aptos para vampiros, como bien nos informa este blog, porque las pantallas táctiles capacitivas necesitan de la humedad de un dedo vivo.

Al parecer, si vas caminando por la calle y se te ocurre atender en un día gélido, la otra opción para no sacarte los guantes y congelarte las manos es atender con una salchicha. “Sí-sí, ya sé, no te pude atender porque me dió hambre y me comí la salchicha”.