Tiempos

Hace mucho tiempo que espero a las tabletas como el iPad. En mi serie favorita, Star Trek, las usaban hace más de quince años. Microsoft intentó venderlas desde el año 2000. Y el problema es que las tabletas que se vendían antes eran pesadas, caras, grandes, o incómodas. Hasta ruidosas.

Steve Jobs while introducing the iPad in San F...
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Hace muchos años que de la empresa que está en Cupertino vuelan rumores de que tendrían un competidor para el Tablet PC, la versión de Microsoft que si muchos de ustedes ni conocen es porque la idea parecía tener la pólvora mojada.

Pero la tableta de Apple demoró muchos años, y ahora –recién ahora– entiendo por qué: para tener éxito en este negocio, además, hay que saber manejar los tiempos.

A los que aparecieron con prototipos pesados o disparatados Steve Jobs les dijo simplemente que no vendería esos armatostes con el logo de Apple. Tuvo una horrenda experiencia con el Newton, probablemente la primera computadora de bolsillo, que era cara y no cubría las necesidades mínimas.

El tiempo es también una cuestión de diseño, y si no se tiene un producto a la altura de lo que se desea ofrecer, simplemente ese producto no se puede vender. Hay que esperar. La palabra “esperar” da pánico a las empresas de tecnología que consideran que deben salir con cualquier producto para ocupar un espacio, como si los consumidores de hoy valoraran en algo eso, pero lo mejor que pudo hacer Steve fue esperar a que los componentes que harían una tableta liviana, cómoda, ágil y linda de ver estuvieran listos.

No estoy de acuerdo con muchas de las políticas de Apple acerca de la cerrazón de su Market y no me gusta que se limite la libertad de los usuarios, pero me produce un enorme placer ver a los mortales con esas tabletas. Es un placer Borg que me susurra: “La resistencia es inútil, serás asimilado”