Por qué me opongo tan rotundamente al aborto

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Quiero dejar de lado cualquier tema religioso. No pasa por allí. El divorcio, el casamiento entre homosexuales y el uso del profiláctico deberían conversarse en otra mesa aparte. Hablemos de matar.

La lista de argumentos que tengo en la mente que respaldan al aborto me resulta muy floja. Vamos al principal de todos:

La de niñas que mueren porque se practican el aborto en clínicas clandestinas

Con ese mismo razonamiento se podría decir con bastante razón: “De las muertes por sicarios es muy posible que la mitad o más sean inocentes que vieron el crimen involuntariamente: se los mata para tapar el crimen real. Son víctimas de un sistema de asesinos que no tiene legislación, ni matrículado, ni paga impuestos. Si se pudiera contratar a un asesino profesional, con entrenamiento provisto y verificado por el Estado, la cantidad de muertes innecesarias bajaría en un 40% el primer mes. “

Cuando se habla de planificación familiar y se propone la muerte, me resulta absolutamente ridículo que se le ponga una fecha límite. Claro, están tratando de protegerse de que sus madres traten de abortarlos ahora que proponen licencias para matar, pero lo más ridículo de todo es que para trazar esa línea en realidad se tratan de elegir diversas excusas para decir esto:

“Será legal matar a tu hijo hasta los tres meses, porque si no te diste cuenta antes eres tan estúpida que te merecés el niño”

Entonces empiezan los debates nominalista sobre la vida y la conciencia, cuando en realidad lo que se pretende es habilitar a la mujer a que mate a su hijo para que siga siendo la responsable de cuidarse: “Tomá nena, acá te doy el permiso para matar porque si se te escapa vos tenés que tirar del gatillo. Ojo! te doy tres meses, tendría que alcanzarte

El debate sobre el aborto esconde también el pedido de un macho egoista que pretende que siga siendo la mujer la que tenga la responsabilidad final de cuidarse.

Por eso los argumentos son tan primitivos, por eso los defensores se preocupan tan poco por las campañas de educación sexual, por concientizar acerca de que cierto nivel de promiscuidad no es bueno para el cuerpo humano, que se debe respetar el propio cuerpo. No se habla de concientizar a las personas de que hoy en día, no importa cómo te cuides, existe la posibilidad de que tu método falle y suceda lo que no querías. Y creo que es malo enseñar que matar arregla las cosas.

No entiendo el límite para matar

El límite sobre la edad a la que se puede matar a un niño no está dado por la viabilidad de esa vida, sino porque es inconveniente a su madre o a su familia. Se intenta definir desde cuándo está mal matar a alguien porque se reconoce que matar está mal. Y se pretende decir que el niño no sufre porque no se da cuenta, o porque no tiene conciencia, sin preocuparse por definir con precisión cuándo se adquiere la conciencia ni el sufrimiento. Sin entender si estamos capacitados para poder entender lo que es la conciencia, o la vida. Y así cualquier anestesista podría matarnos, o no sería delito matar a alguien dormido.

La mujer tiene derecho sobre su cuerpo y sobre su vida

Es más ridículo ponerle un límite de tiempo a una aseveración tan importante, sobre todo porque una madre puede no darse cuenta la carga que significa tener un hijo hasta que tiene un año. Y lo que tendrá que pagar por su educación estos días?

Ahora, hablemos de las violaciones

“Si una mujer es violada, tiene derecho a terminar la vida de ese niño, fruto de una situación violenta. Vos permitirías que tu hija lleve en el vientre el fruto de semejante monstruosidad?”

Esta es la más difícil de todos los argumentos, no porque sea de alguna solidez si no porque se cruzan emociones muy complejas. La primera de todas es la idea fútil de que después de una situación tan aberrante se puede reparar el daño. Y ese niño es la consecuencia menos nefasta de todas.

Si yo soy padre de un niño, y resulta que me entero de que es fruto de una infidelidad que tuvo mi esposa con un tipo de lo más ruin, (y cuando digo esto se me frunce todo) qué hago con todo el amor que he puesto en él? Le digo: “Vete, no eres más mi hijo”. O tengo derecho a matarlo porque ser malo es genético?

Los argumentos que escucho para defender el derecho al aborto son tan primitivos y rastreros que se pueden utilizar para defender las prácticas más ruinosas y viles que ha tenido la humanidad en su historia:  “A los indios/judíos/negros está bien que se los mate y esclavice porque no tienen alma” y después tendrán que salir a defender y probar ellos mismos que tienen alma, que son seres humanos y que tienen derecho a vivir.

Y el debate imbécil sobre si los negros y los indios tenían alma era fruto de personas que no querían perder la comodidad de tener mano de obra barata. Y el debate criminal sobre si los judíos eran malvados era fruto de la necesidad de subvencionar la falta de competitividad de ciertos comerciantes y burgueses.

Disfrazar de modernidad –de derechos humanos– a este debate infanticida es un insulto a todos los logros y victorias de las que podemos estar orgullosos como seres humanos.

Hacerse el imbécil, olvidar toda la moralina y coimear a un policía porque nos pasamos la luz, barrer la basura debajo de la alfombra,  a la larga no funciona. Ahora, pedir legislación para que eso sea legal es de cretino, y querer permiso para matar es de criminal.

Si alguien me puede ayudar con argumentos mejores que estos estoy totalmente dispuesto, porque dicho todo esto les cuento que la única verdad absoluta e indiscutible que conservo es la de que puedo estar equivocado.