Registré este diálogo hace unas semanas, y me retorció tanto las tripas que recién ahora lo publico.
-Olvidate, el voto electrónico no es para hacer fraude, es para controlar el voto.
-Pero el fraude también es posible.
-Me extraña que entiendas el modelo de negocios de Facebook y no te entre que el negocio de los votos es igual: cada vez que escuchás que un intendente se pasa de bando es porque aporta votantes, el aparato. Eso es lo que se les paga. Con votos tenés obra para el municipio, y con eso contratos y retornos. Sin eso es el desierto.
-Me estás cargando
-Vos no te acordás eso de “con la democracia se come, se educa…”, cómo era?
-Para qué quieren más control si ya pueden saber cuántos votos sacaron en cada mesa?
-Porque eso te sirve para tener una idea muy a groso modo, la única manera de saber qué se está pagando es tener un control mucho más granular. Es lo que se le paga al puntero, y esa plata es plata negra, la que más cuesta -y duele- conseguir. El voto electrónico es fantástico, porque lo paga el Estado, con factura, todo por derecha. Y de paso, como es caro de implementar, plin! Otra cosa más para barrer abajo de la alfombra. El voto es cada día más caro, no entendés?
-En Venezuela también?
-No tengo idea en Venezuela, sé que la misma empresa quiere poner allá, eso sí.
-Cuando el Estado sea dueño de todo los votos no valen nada.
-No seas amargo, cuando eso pase vivirán de otras cosas. Qué, vos no tenés Facebook?
Actualización: “controlar el voto” es verificar que tal persona votó por tal candidato. El gran perjudicado aquí es el secreto del voto. Y por supuesto que no es sólo para beneficiar a los punteros, es para poder controlar el voto de todos los que son “apretables” por el aparato estatal.