Vi The Social Network, porque me la vienen recomendando bastante. Milagros Amondaray viene empujando bastante la idea de que se merece un Oscar, y respeto mucho su buen gusto y de cine sabe.
Pero claro, si hay algo con lo que me puedo identificar es con la persona real, con Mark Zuckerberg. Y cuando veo lo que dice Mark acerca de la novia inventada, y que la mayor parte de lo que pasa en la película no es cierto me acuerdo de los disparates que hace Hollywood con los hackers y con las computadoras en general. No les interesa la realidad. No les parece apasionante la computación ni los hackers. El hacker tiene que aporrear un teclado porque le da ritmo a un momento apasionante, pero no se puede mostrar la terminal de texto porque es muy complejo para las personas, así que aparece una terminal gráfica que deja una realidad chueca. The Social Network es el caso extremo, en el que toda la historia real se inventa porque aburriría a las personas, y se fabrica una historia ficticia porque presenta una alegoría de lo que es una red social.
Muy bien, todo muy lindo, pero por qué usar los nombres de Facebook y los de los personajes reales cuando están armando una ficción? Por qué esa necesidad de reinventar la historia? Sobre todo cuando la historia real no deja de ser apasionante. Facebook nace de la mano de un chico que empieza a comprender la realidad de la interacción y la plasma en ideas geniales y sencillas.
La historia real, que sería mucho más ilustrativa, pasa por el costado. En la película, el personaje tiene momentos de largos silencios, y creo que esos silencios reconocen la idea de que existe una distancia hasta el personaje real: no lo alcanzaron.
Les paso un video de lo que Mark dice acerca de la película, y me quedo con la idea que dice al final: “me sorprende que no les entre en la cabeza que a alguien construya algo porque le gusta construir cosas”.
Una cosa que me molestó bastante es que Mark es un tipo muy divertido, y en general está de buen humor y eso no aparece en la película. Y aunque es un genio y le gusta cuando le salen bien las cosas, no pone ni la mitad de la mala onda que pone su personaje de genio exagerado de hollywood.